Aporte en la atención integral y en la generación de ingresos de 150 familias desplazadas del área urbana del municipio de Cali.
Arlen es una mujer de 31 años, madre de 4 hijos y trabajadora incansable, es una mujer afrocolombiana con una historia en la que concurren tristezas y alegrías, aunque ella dice que han sido mas las tristezas, a través de su sentido del humor, su carisma y el deseo de superarse la alimentan todos los días y la hacen una mujer fuerte y una líder de su comunidad a la que le aporta día a día, por la que lucha, sueña y piensa.
Su vida transcurre entre la atención su unidad de negocio, con este propósito todos los días sale y vende a diario arepas a toda su comunidad, dice que su negocio es conocido en el barrio y que gracias al amor que le coloca a la comida que prepara la gente acude a su negocio y nunca deja de vender.
Es una mujer receptiva, dinámica, con capacidad para escuchar a los demás, emprendedora, y creativa. Considera que todo lo que ha pasado en la vida la ha fortalecido y le ha enseñado a luchar y jamás rendirse a lo que se considera un obstáculo y que ella ve como un desafió.
Yo vengo de Buenaventura, me desplace hace algunos años a raíz de la violencia de los grupos ilegales, salí de López de Micay con pánico y tristeza, perdí a mucha gente, entre esas mi papa y algunas compañeras de trabajo sin embargo todo esto me ha hecho fuerte y ahora aunque no comprendo porque siempre estoy en algún lugar violento, yo salgo adelante y no me dejo derribar.
Recuerdo que era un lugar muy agradable para vivir y de pronto se convirtió en un infierno, luego llegue a Cali y tuve mis hijos y tuve que pasar muchas dificultades y recurrí a una invasión en el Jarillon y de ahí me reubicaron en Potrero Grande y aquí me ha tocado vivir entre la violencia y la tristeza, pero hay días hermosos y por eso estoy aquí como aquellos días cuando nos unimos como comunidad, los días en que llega trabajo para los muchachos del barrio o los días que juegan los torneos de fútbol y todos participamos, esos días la vida es tranquila y es agradable saber que luchamos por un futuro mejor.
Yo vivo con mis hijos, mi esposo no esta con nosotros pero esta pendiente de mis hijos y de mi, lucho todos los días en mi casa educando a mis hijos e inculcándoles que deben estudiar para que salgan adelante. Aprendo de ellos todos los días. Con el resto de mi familia me veo muy poco pero he aprendido a progresar día a día al lado de mis hijos y de mis vecinos y amigos que se han convertido en mi familia y con los que convivo día a día.
Yo le agradezco a la OIM, FOMIPYME Y COMFENALCO, por haberme tenido en cuenta, cuando me tuvieron en cuenta para el proyecto, comencé con un negocio pequeño de hojaldras y empanadas y con el proyecto pude hacer mis sueños realidad, pues quería un negocio de arpas y combinarlo con lo que hacia antes, pude comprar un molino que es muy funcional, me sirve mucho, aprendí a llevar mi negocio y además aprendí a entender a mis hijos y mejorar la relación con los demás, aprendí a expresarme, darme a conocer y tener algo propio que es lo mas importante.
Con mi negocio puedo mantener a mis hijos, estar siempre con ellos, tener mis propias cosas y ampliar mi negocio como siempre soñé. Con el proyecto pude fortalecer el negocio, unió a mi familia pues todos trabajamos juntos y las ganancias las destino unas para el ahorro y otras para reinvertir.